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El equipo de cardiología está preparado para desafíos cada vez mayores

Dr. Luis Pérez Pino

Recientemente practicaron con éxito un procedimiento denominado Aterectomía rotacional (“Rotablator”) a un paciente joven y con infarto al miocardio.

Estrés, tabaquismo, sedentarismo y la genética son algunas de las causas que movieron la edad promedio de la enfermedad coronaria, tradicionalmente asociada a pacientes mayores, y que hoy reporta casos de pacientes infartados hasta de 20 años de edad. Ante ese escenario, una de las áreas de mayor desarrollo en el último tiempo en la Clínica Biobío es la cardiología intervencionista, rama destinada al diagnóstico y tratamiento de enfermedades cardiovasculares a través de catéteres que permiten entrar directamente al corazón y sus arterias.

El Dr. Luis Alberto Pérez Pino, Cardiólogo Intervencionista, Coordinador de Cardiología y Hemodinamia de Clínica Biobío señala al respecto: “entramos los catéteres a través de las arterias de las manos, piernas,  o vasos del cuello para hacer un diagnóstico invasivo que puede ser terapéutico a la vez. Los pacientes con dolor al pecho y que tienen sus arterias coronarias tapadas, antiguamente no tenían más opción que cirugía y medicamentos. Hoy, el intervencionismo percutáneo a través de catéteres, es una alternativa mínimamente invasiva, recomendable para todo tipo pacientes, independientes de su edad”.

En esta línea, recientemente se practicó un interesante procedimiento llamado Rotablator o aterectomía rotacional. “El paciente con un infarto al miocardio, tenía la principal arteria del corazón severamente estrecha por una placa aterosclerótica con mucho calcio y muy difícil de tratar. Teníamos dos opciones, una cirugía a corazón abierto u ofrecerle este procedimiento. Como se trataba de un hombre joven, no quería operarse al corazón y volver pronto a su vida normal, así que lo programamos” . Una vez dentro de su arteria coronaria avanzamos un fino catéter que tiene una punta o cabeza con muchos microdiamantes (como si fuera una lima) que rota a miles de revoluciones por minuto y que avanza pulverizando la placa de colesterol y calcio” agregó el Dr. Pérez.

Clínica Biobío cuenta con el equipo médico y la tecnología de punta para el diagnóstico y tratamiento del infarto y de un sin número de enfermedades valvulares, “somos capaces de poner una válvula nueva en el corazón sin abrir el torax ni detener el corazón. Estamos preparados para este tipo de desafíos que cada vez son mayores, porque la cardiología se ha vuelto cada vez más compleja” finalizó el especialista.



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