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Reconocidos especialistas y equipamiento de vanguardia permiten a esta Unidad de alta complejidad realizar exámenes diagnósticos invasivos e intervenciones mínimamente invasivas en el corazón, cerebro y en gran parte del aparato vascular periférico.

Conscientes de que hace ya muchos años las enfermedades cardiovasculares se erigen en Chile como una de las principales causas de muerte, hace casi dos décadas Clínica Biobío tomó la visionaria decisión de reforzar su equipo de Cardiología y Cardiocirugía.

Como parte de este fortalecimiento, no solo atrajo a especialistas altamente calificados del área, sino que también creó el Laboratorio y Pabellón de Hemodinamia, una Unidad de alta complejidad diseñada para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades cardio y cerebrovasculares. Aquí trabajan cardiólogos intervencionistas, electrofisiólogos, cirujanos vasculares y neuroradiólogos.

Así lo señala el cardiólogo intervencionista, el Dr. Luis Pérez Pino, jefe de Cardiología y de Hemodinamia en Clínica Biobío, quien afirma que en esta Unidad se realizan todos los estudios invasivos al corazón. Ejemplo de ello son las coronariografías, o angiografías de las coronarias, procedimiento en que se usa un tinte especial (material de contraste) y rayos X para ver cómo fluye la sangre por las arterias en el corazón. “Para este estudio se ingresa al corazón por un catéter, a través de las arterias de la muñeca o de la ingle, y un equipo -un intensificador de imagen- va captando esos registros y nos permite ver en tiempo real cómo late el corazón del paciente o en qué estado se encuentran las arterias… Si después de este examen aún tenemos dudas, podemos hacer una ecografía intravascular, introduciendo una guía dentro de las coronarias -que es como una sonda de ultrasonido-, que posibilita que podamos ver las paredes de las arterias y detectar la conformación de las placas que las están obstruyendo, lo que luego podemos resolver con una angioplastia coronaria para reparar la arteria”, detalla el especialista.  

Añade que en Hemodinamia también realizan pruebas funcionales, así como estudios valvulares, para revisar estrechamientos de las válvulas, los que luego en este mismo pabellón son corregidos implantando una nueva.

“Esta Unidad también es utilizada por los neuroradiólogos para hacer, por ejemplo, angiografías del cerebro, que pueden derivar en la embolización de un aneurisma, así como por los electrofisiólogos, que realizan estudios de mapeo cardiaco, que pueden concluir fulgurando con radiofrecuencia el foco de la arritmia”, sostiene.

La mayor parte de los procedimientos diagnósticos y terapéuticos que se realizan en esta Unidad son programados. Sin embargo, también llegan aquí pacientes derivados desde Urgencia. “Si el paciente llega a la Clínica con un infarto agudo al miocardio, porque una arteria de su corazón está tapada, el médico de Urgencia -tras examinarlo- le envía las imágenes a un cardiólogo intervencionista. Si este coincide en el diagnóstico, de inmediato activa a su equipo y todos se trasladan hasta el Pabellón de Hemodinamia. Esto, porque se trata de una situación que amerita que el paciente sea intervenido dentro de la siguiente hora para salvar su músculo cardíaco”.

Y si bien las cirugías a corazón abierto se realizan en los pabellones centrales de la Clínica, el Dr. Pérez hace hincapié en que, frente a una cirugía de urgencia, también podría llevarse a cabo en el Pabellón de Hemodinamia.

“En Clínica Biobío contamos con esta Unidad de Hemodinamia con alta tecnología, en el que se desempeña un equipo humano altamente capacitado y con disposición 24/7. Eso, sin duda, marca la diferencia”, puntualiza.